Se denominan Libros apócrifos (en griego apokryphos,"oculto") a los escritos de tema bíblico aparecidos en los primeros siglos de la era cristiana, pero que no se consideran inspirados y, en consecuencia, no se incluyeron en el canon de la Biblia. Dentro de toda esta literatura, los católicos y los ortodoxos distinguen ciertos libros, que denominan deuterocanónicos (1). Los protestantes distinguen a su vez otros libros, los denominados pseudoepígrafos (2), que para los católicos son libros apócrifos.
Con la ampliación de los horizontes históricos en los estudios bíblicos que se produjo en el siglo XIX, comenzó a reconocerse el valor de los Apócrifos como fuentes históricas. Escritos entre el 300 a.C. hasta el Nuevo Testamento, los Apócrifos arrojaron una valiosa luz sobre el periodo que comprende desde el final de las narraciones del Antiguo Testamento hasta el inicio del Nuevo Testamento. Son además importantes fuentes de información acerca del desarrollo de la creencia en la inmortalidad, la resurrección y otros temas escatológicos, así como de la creciente influencia de las ideas helenistas sobre el judaísmo.
El Apócrifo del Antiguo Testamento consta de once o doce libros, dependiendo de cómo están divididos, que la Iglesia Católica Romana agrega al Antiguo Testamento. Los Protestantes rechazan estos libros como Sagradas Escrituras por las siguientes razones.
1. Los apócrifos tienen diferentes doctrinas y prácticas que la Sagrada Escritura
Hay doctrinas y prácticas contenidas en los Apócrifos que son contrarias a lo que la Escritura enseña. Incluyen lo siguiente.
Enseñan que una persona es ahorrada por los trabajos
En los apócrifos se pueden encontrar textos de prueba que apoyan la doctrina católica romana de la justificación por las obras humanas y no solamente por la fe. El Apócrifo contiene los siguientes versículos.
Porque la limosna salva de la muerte y purga todo pecado. Los que dan limosna gozarán de una vida plena (Tob. 12: 9).
En otro lugar en Tobit dice.
Así que ahora, mis hijos ven lo que la limosna cumple, ¡y qué injusticia trae la muerte! (Tobías 14:11).
En el Libro de los primeros Macabeos dice.
¿No fue Abraham hallado fiel cuando fue probado, y le fue contado como justicia (Primeros Macabeos 2:52).
La Biblia, por otro lado, dice que una persona es salva por gracia a través de la fe. No se basa en nuestras buenas obras.
Porque por gracia sois salvos por la fe, y esto no es obra tuya; Es el don de Dios, no el resultado de las obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2: 8,9).
La Doctrina No-bíblica Del Purgatorio Es Enseñada En Los Apócrifos
La doctrina del purgatorio -un lugar de purga entre el cielo y el infierno- se enseña en los apócrifos. Dice.
Así todos bendijeron los caminos del Señor, el juez justo, que revela lo que está escondido; Y se volvieron a la súplica, orando para que el pecado que había sido cometido pudiera ser completamente borrado. El noble Judas exhortó al pueblo a liberarse del pecado, pues habían visto con sus propios ojos lo que había sucedido como resultado del pecado de los que habían caído. También tomó una colección, hombre por hombre, por la suma de dos mil dracmas de plata, y la envió a Jerusalén para ofrecer una ofrenda por el pecado. Haciendo esto, actuó muy bien y honradamente, teniendo en cuenta la resurrección. Porque si no esperaba que los que habían caído se levantaran de nuevo, habría sido superfluo y tonto orar por los muertos. Pero si él estaba mirando a la espléndida recompensa que está reservada para los que duermen en la piedad, era un pensamiento santo y piadoso. Por tanto, hizo expiación por los muertos, para que fueran librados de su pecado (Segunda Macabeos 12: 41-45).
La Biblia enseña que, después de la muerte, uno va a estar con el Señor o es enviado lejos de Él - no hay lugar del medio. El escritor de los hebreos declaró.
Así como el hombre está destinado a morir una vez, y después de eso para hacer frente al juicio (Hebreos 9:27).
De acuerdo con los Apócrifos Dios escucha las oraciones de los muertos
Encontramos el Libro de Baruch enseñando que Dios escucha las oraciones de los que han muerto.
Oh Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, escucha ahora la oración de los muertos de Israel, los hijos de los que pecaron delante de ti, que no oyeron la voz de Jehová su Dios, para que las calamidades se aferraron a nosotros (Baruc 3: 4).
Los muertos no oran por los vivos. Sólo los vivos en la tierra oran por los otros vivos en la tierra.
El apócrifo enseña la preexistencia de las almas
La doctrina de la preexistencia de las almas se encuentra en los apócrifos.
Como un niño era naturalmente dotado, y una buena alma cayó a mi suerte; O mejor dicho, siendo bueno, entré en un cuerpo sin mancha (Sabiduría 8:19, 20).
La Escritura no enseña que las almas tienen existencia alguna antes de estar unidas en un cuerpo.
Enseña Creación De Materia Pre-Existente
La doctrina de la creación de la materia preexistente se enseña en los apócrifos.
Porque vuestra mano todopoderosa, que creó el mundo fuera de la materia sin forma, no les faltó los medios para enviar sobre ellos una multitud de osos, o leones osados (Sabiduría 11:17).
La Biblia dice que la creación de Dios fue de la nada.
Por la fe entendemos que los mundos fueron preparados por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no se hizo de las cosas que son visibles (Hebreos 11: 3).
Los Apócrifos dicen que el cuerpo pesa por el alma
La idea del cuerpo como peso sobre el alma se encuentra en los apócrifos.
Porque un cuerpo perecedero pesa sobre el alma, y esta tienda terrena carga a la mente pensativa (Sabiduría 9:15).
La idea de que el cuerpo pesa el alma no es bíblica - el cuerpo no es malo.
Todas estas doctrinas son contrarias a la enseñanza de la Sagrada Escritura.
2. El apócrifo nunca se cita en el Nuevo Testamento como la Escritura
Aunque el Nuevo Testamento cita directamente, o alude a casi todos los libros del Antiguo Testamento como Escritura, nunca cita a los Apócrifos como la Palabra de Dios. Los apócrifos no eran la Biblia de Jesús ni sus apóstoles. Mientras que Jesús y sus apóstoles a menudo citado de la Septuaginta, nunca citó a los Apócrifos.
Las alusiones no son las mismas que las Escrituras
Aunque puede haber algunas alusiones a los libros apócrifos de los escritores del Nuevo Testamento, no hay una cita directa de ellos. Una alusión no es lo mismo que una cita directa.
Ninguna declaración introducida por "está escrito"
Además, ningún escritor del Nuevo Testamento se refiere nunca a ninguno de estos libros como autoritarios. Las citas de los libros aceptados suelen ser introducidas por la frase, "Está escrito", o el pasaje se cita para demostrar un punto. Pero nunca los escritores del Nuevo Testamento citan a los apócrifos de esta manera.
Además, ningún libro de los Apócrifos se menciona por su nombre en el Nuevo Testamento.
Hay otros libros directamente citados aparte de Apocrypha
Añádase a esto, hay ciertos libros que tanto protestantes como la Iglesia Católica Romana rechazan como Escrituras que son citadas en el Nuevo Testamento. Judas cita el libro apócrifo de Enoc.
Enoc, el séptimo de Adán, profetizó acerca de estos hombres: "Mira, el Señor viene con miles y miles de sus santos para juzgar a todos, y para condenar a todos los impíos de todos los impíos que han hecho de la manera impía, Y de todas las palabras duras que los pecadores impíos han hablado contra él "(Judas 14,15).
Pablo cita el nombre de los magos de Faraón que se opusieron a Moisés. Estos nombres no se mencionan en el Antiguo Testamento.
Así como Jannes y Jambres se opusieron a Moisés, así también estos hombres se oponen a la verdad - hombres de mentes depravadas, que, en cuanto a la fe se refiere, son rechazados (2 Timoteo 3: 8).
Si los escritores del Nuevo Testamento consideraban que los Apócrifos eran Escrituras, ciertamente esperábamos que ellos se refirieran a él de alguna manera. Sin embargo, no encontramos citas directas. Esto contrasta con más de 250 citas de las autorizadas Escrituras del Antiguo Testamento.
El hecho de que el canon actual haya sido repetidamente citado como divinamente autoritario, así como la ausencia de una cita directa es otra indicación de la extensión del canon - no incluye a los apócrifos.
3. Los Apócrifos Siempre Han sido Rechazados por los Judíos como Escritura
Los judíos nunca han considerado que estas obras sean divinamente inspiradas. Por el contrario, negaron su autoridad. En el tiempo de Cristo tenemos el testimonio del escritor judío Flavio Josefo de que eran sólo veintidós libros divinamente inspirados por Dios. Estos libros son los mismos que nuestros treinta y nueve en el Antiguo Testamento. Los libros de los Apócrifos no estaban entre ellos. El mismo testimonio se encuentra en Segunda Esdras - la leyenda de Ezra. Esta obra fue escrita en el año 100 dC. Por lo tanto, estos libros nunca fueron parte del canon hebreo de la Escritura.
4. Los libros de los apócrifos fueron escritos durante los años de silencio
Los libros de los Apócrifos fueron escritos durante los cuatrocientos años de silencio entre el Libro de Malaquías y el anuncio del nacimiento de Juan el Bautista. Las fuentes judías y del Nuevo Testamento coinciden en que ninguna declaración profética divinamente inspirada ocurrió durante este tiempo.
5. La traducción Septuaginta no prueba nada
El hecho de que el Apócrifo se encuentra en la traducción Septuaginta no prueba nada. Simplemente testifica que los judíos de Alejandría tradujeron otro material religioso al griego, aparte de la Escritura del Antiguo Testamento. Una traducción griega no es lo mismo que un libro que es parte del canon hebreo.
6. No Hay Evidencia El Apócrifo Estaba En Septuaginta En El Tiempo De Cristo
No hay evidencia de que los libros de los Apócrifos estaban en la Septuaginta tan pronto como el tiempo de Cristo. Los manuscritos más antiguos que los contienen datan del siglo IV A.D. Esto no demuestra que los libros de los Apócrifos formaban parte de la Septuaginta en tiempos pre-cristianos. Incluso si estuvieran en la Septuaginta en esta fecha temprana, es digno de mención que ni Cristo ni los apóstoles alguna vez citaron de ellos como lo hicieron con la mayoría de los libros del Antiguo Testamento. Además, los libros sólo se tradujeron en Alejandría, Egipto - no fueron canonizados allí.
No hay una respuesta clara en cuanto a lo que Septuagint del primer siglo contenía. Los manuscritos griegos del cuarto o quinto siglo, en los que aparecen los Apócrifos, no tienen coherencia con el número de libros o su orden.
7. No hay evidencia de un gran canon alejandrino
Se ha sostenido que el canon de los judíos alejandrinos era más grande que el Antiguo Testamento Hebreo presente. Sin embargo, no hay evidencia de que los judíos en Alejandría, Egipto tenían un canon más amplio que los judíos que vivían en Israel. Filón de Alejandría, que vivió en el primer siglo A.D., escribió sobre una serie de temas. Reconoció que los judíos creían en la autoridad divina del canon hebreo. Sin embargo, no dio ninguna indicación de que existiera un canon más amplio utilizado por los judíos que vivían en Egipto. De Philo encontramos que el canon en Alejandría, Egipto era el mismo que en Palestina. Él conoce la triple división del Antiguo Testamento como atribuye la inspiración divina a muchos de los libros. Además, no dice nada sobre los Apócrifos. En consecuencia, no hay evidencia alguna de que los judíos alejandrinos aceptaran a los Apócrifos como Sagradas Escrituras.
Debe recordarse que no fueron los judíos en Egipto, sino algunos de los cristianos de habla griega quienes dieron cierto grado de autoridad a algunos de estos libros traducidos con la Septuaginta plus. Para los judíos, estos libros nunca fueron considerados escrituras divinamente inspiradas.
8. No están en las primeras listas canónicas
En los primeros años de la iglesia, redactó varias listas de los libros que consideraba Escrituras del Antiguo Testamento. Los libros de los Apócrifos no aparecen en ninguna lista hasta finales del siglo IV. Esto demuestra que la aceptación de estos escritos no fue inmediata.
El apócrifo está desaparecido de la lista más antigua
La lista más antigua del canon del Antiguo Testamento proviene de un hombre llamado Melito, un obispo de Sardis. En aproximadamente el año 170 DC escribió lo siguiente.
Cuando vine al este y llegué al lugar donde estas cosas fueron predicadas y hechas, y aprendí con precisión los libros del Antiguo Testamento, establecí los hechos y los envié a ustedes. Éstos son sus nombres: los cinco libros de Moisés, Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Josué hijo de Nun, Jueces, Rut, cuatro libros del Reino, dos libros de Crónicas, los Salmos de David, los Proverbios de David Salomón y su sabiduría, Eclesiastés, el Cantar de los Cantares, Job, los profetas Isaías, Jeremías, los Doce en un solo libro, Daniel, Ezequiel, Esdras.
Esta lista de Melito es muy instructiva. Incluye todos los libros del canon actual, excepto Ester. La referencia a los cuatro libros del reino sería 1,2 Samuel y 1,2 Reyes. Esdras era la manera común de referirse a Esdras-Nehemías. La sabiduría era meramente una descripción más completa del Libro de los Proverbios - no el libro Apócrifo con ese nombre. Entre los escritores antiguos Proverbios a menudo se llamaba Sabiduría.
Aunque incluye todos los libros del actual canon del Antiguo Testamento (excepto Ester) Melito en ninguna parte menciona ninguno de los libros de los Apócrifos.
9. Fueron rechazados por la mayoría de los líderes de la iglesia
Mientras que algunos de los primeros líderes de la iglesia aceptaron algunos de los libros de Apócrifos como Escritura, la mayoría de los grandes líderes de la iglesia no lo hicieron - Atanasio, Orígenes y Jerónimo, por nombrar algunos. Muchos grandes líderes de la iglesia hablaron en contra de los Apócrifos. Aquellos que citan a los apócrifos como la Escritura eran pocos en número.
También vale la pena señalar que ninguno de los padres de la iglesia que citó a los apócrifos como la Escritura sabía cualquier hebreo.
El claro testimonio de Atanasio hacia los apócrifos
En el A. 367, el gran defensor de la creencia ortodoxa, Athanasius obispo de Alejandría, escribió una letra. En esta carta afirmó todos los libros del actual canon del Antiguo Testamento (excepto Ester), así como todos los libros del actual canon del Nuevo Testamento. También mencionó algunos de los libros de los apócrifos. De los que dijo.
No están incluidos en el canon, sino nombrados por los Padres para ser leídos por aquellos que recientemente se unen a nosotros, y que desean instrucción en el mundo de la piedad.
Este es otro testimonio antiguo y poderoso de que los libros de los Apócrifos no fueron considerados como la Sagrada Escritura.
10. Hay otros libros aparte de los apócrifos que son citados como escritura por algunos padres de la iglesia
Los Padres de la Iglesia no se limitan a los libros que ahora forman los Apócrifos. Autores como Justino, Tertuliano y Clemente de Alejandría usan ocasionalmente libros fuera del Apócrifo actual, especialmente el Libro de Enoc y el Primer Esdras.
Clemente de Alejandría aceptó Segundo Esdras (Cuarto Esdras). Orígenes creía que los libros del Primer y Segundo Macabeos, así como la Carta a Jeremías, eran parte de la Sagrada Escritura. Ireneo citó el Libro de la Sabiduría como divinamente inspirado. Por lo tanto, la apelación a los padres de la iglesia no puede resolver el asunto, ya que dan pruebas contradictorias.
1. EL EVANGELIO PROHIBIDO DE JUDAS
El conjunto de papiros, en mal estado de conservación, pasó a manos de un anticuario egipcio, que no consiguió encontrar un comprador debido al elevado precio que reclamaba. La Fundación Maecenas, fundada en Basilea, adquirió los documentos en 2001 y posteriormente contactó con National Geographic Society, que se ocupó del estudio, difusión y restauración del Evangelio de Judas. Con el fin de garantizar su autenticidad se realizaron diversos estudios que incluyen la paleografía, la datación por radiocarbono y el análisis de la tinta.
En enero de 2006, National Geographic Society encargó a la compañía McCrone Associates, de Illinois, el análisis de la tinta contenida en el "Evangelio de Judas", escrito en copto y que había sido datado en el siglo III o IV d.C.
«Desde el principio éramos conscientes de que en abril, sólo tres meses después, se había convocado una rueda de prensa para dar a conocer el descubrimiento»
Joseph G. Barabe, microscopista y director del proyecto de investigación en McCrone Associates y su equipo de científicos están especializados en detectar falsificaciones. Ha trabajado para el FBI en un caso importante, detectando obras falsificadas de la artista afroamericana Clementine Hunter.
El texto del Evangelio de Judas
El texto del Evangelio de Judas es un relato de unas doscientas cincuenta líneas, del ancho aproximado de un folio, que se encuentra en un códice de 66 páginas, más de un tercio del cual es ilegible, y que contiene otras tres obras.
Dos de ellas (el Primer Apocalipsis de Santiago, y la Epístola a Felipe, atribuida a San Pedro) son obras gnósticas ya conocidas por los hallazgos de Nag Hammadi. La tercera es un fragmento de un texto desconocido, titulado provisionalmente Libro de Alógenes. Todos los textos están escritos en el dialecto sahídico del idioma copto, aunque es una traducción de un original griego. Mediante varios métodos, entre ellos el del carbono-14, el códice ha sido datado entre los años 220 y 340.
El papiro se encuentra deteriorado: algunas partes del texto se han perdido y otras se conservan sólo fragmentariamente. 26 de las 66 páginas corresponden al Evangelio de Judas. La parte que ha podido ser traducida comienza indicando que se trata de las revelaciones que Jesús hizo a Judas Iscariote, en conversación privada, tres días antes de la Pascua. Escrito en tercera persona, el texto es un diálogo entre Jesús y sus discípulos, especialmente Judas, que aparece como el discípulo favorito de Jesús. Según este evangelio, Judas entregó a su maestro a los romanos siguiendo órdenes del propio Jesús, quien profetizó:
"Tú serás el decimotercero, y serás maldito por generaciones, y vendrás para reinar sobre ellos" (página 47 del manuscrito).
El Jesús que presenta este Evangelio es desenfadado, se ríe con frecuencia de los malentendidos de los demás discípulos y de su devoción superficial. La inversión de la relación tradicional entre Jesús y Judas que plantea el texto es que Jesús le está agradecido a Judas y lo elogia:
"Tú los superarás a todos ellos. Porque tú sacrificarás el hombre que me cubre (...). La estrella que indica el camino es tu estrella" (n. 56-57).
EL EVANGELIO DE MARIA LA MAGDALENA
Se denomina evangelio de María Magdalena a un evangelio apócrifo gnóstico, escrito entre los años 30 y 180 d.C. Han llegado hasta nuestros días sólo algunos fragmentos.
De este evangelio se conservan sólo tres fragmentos: dos, muy breves, en griego, en manuscritos del siglo III (papiro Rylands 463 y papiro Oxyrhynchus 3525); y otro, más extenso, en copto1 (Berolinensis Gnosticus 8052,1), probable traducción del original griego. El texto copto fue hallado en 1896 por C. Schmidt, aunque no se publicó hasta 1955, por Walter Till.2 Los fragmentos en griego fueron publicados, respectivamente, en 1938 y en 1983.
La mayoría de los eruditos están de acuerdo en que el evangelio original fue escrito en griego durante el siglo II.3 Sin embargo, el profesor Hollis, del Seminario Harvard, sugiere que fue escrito en tiempo de Cristo.
En ninguno de los fragmentos hay mención alguna del autor de este evangelio. El nombre que tradicionalmente recibe, evangelio de María Magdalena, se debe a que se cita en el texto a una discípula de Jesús llamada María, que la mayoría de los especialistas identifican con la María Magdalena que aparece en los evangelios canónicos, aunque algunos han sugerido que podría referirse a María, la madre de Jesús.
No puede ser posterior al siglo III, ya que los manuscritos en griego corresponden a esta época. Por características internas del texto, como la presencia de ideas gnósticas, suele considerarse que fue redactado en el siglo II.
3. EL EVANGELIO DEL A VERDAD
El Evangelio de la Verdad o Evangelio de Valentín es uno de los tratados, afines a la Gnosis del cristianismo primitivo, hallados en la Biblioteca copta de Nag Hamadi.
Se encuentra en dos de los treces códices descubiertos, en diciembre de 1945, a los pies del macizo de Jabal al Tarif, en las cercanías de la localidad de Nag Hammadi, 2 en el Alto Egipto, constituyendo el tratado 3 del códice I o Codex Jung (NHC I,3), abarcando sus páginas 16 a 43 y, en modo muy fragmentado, el tratado 2 del códice XII (NHC XII,2).
El descubrimiento del Evangelio de la Verdad, junto con el resto de textos descubiertos en la biblioteca de Nag Hammadi, ha permitido a los estudiosos del ámbito de la historia de las religiones, y muy particularmente de lo referente al cristianismo de los primeros siglos, disponer de los registros escritos, sin el filtro de sus adversarios o detractores, de una de las corrientes ideológicas predominantes en el ámbito filosófico y religioso de la cuenca mediterránea en los siglos I al IV de nuestra era: El gnosticismo y la Gnosis del Cristianismo Primitivo.
4. EPISTOLA SECRETA DE SANTIAGO
El escritor se hace llamar simplemente «Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo» (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Santiago 1, 1». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).). Jesús tenía dos apóstoles llamados Santiago, pero es poco probable que cualquiera de ellos escribiera la carta. Un apóstol, Santiago, hijo de Zebedeo, fue martirizado alrededor del 44 d. C.6 Esto sería muy temprano para que hubiera sido el escritor. El otro apóstol Santiago, hijo de Alfeo, no es prominente en el registro de las Escrituras, y muy poco se sabe sobre él.
Por el contrario, la evidencia apunta a Santiago, el hermano de Jesús, a quien Jesús, evidentemente, había hecho una aparición especial después de su resurrección, como se describe en el Nuevo Testamento. Este Santiago fue prominente entre los discípulos. El escritor de la carta de Santiago identifica a sí mismo como «siervo de Dios y del Señor Jesucristo», de la misma manera como lo hizo Judas, quien en la Epístola que lleva su nombre se llamó a si mismo «siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo» (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Santiago 1, 1». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource)., Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Judas 1». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).).nota 1 Por otra parte, el saludo de la carta de Jacobo incluye el término «Salud», de la misma manera como lo hizo la carta sobre la circuncisión que se envió a las congregaciones (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Hechos 15, 23». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).). En este último caso, al parecer Jacobo, el hermano de Jesús, habló en un lugar destacado en la asamblea de «los apóstoles y los ancianos» en Jerusalén.
5. EVANGELIO ESCONDIDO DE FELIPE
El Evangelio de Felipe es un escrito gnóstico de orientación valentiniana que forma parte de los denominados evangelios apócrifos. Suele datarse de los siglos II-III.1 Estuvo perdido hasta que fue redescubierto por accidente en la segunda mitad del siglo XX en Egipto (copto original), encontrado en Nag Hammadi.
De modo similar al Evangelio de Tomás, es un evangelio oral, esto es, se trata de una colección de dichos de Jesús. Consta de 143 sentencias, proverbios y parábolas atribuidas a Jesús. Los Sacramentos, en particular el sacramento del matrimonio, son el tema principal. Este texto es modernamente famoso porque se ha dicho que es la primera fuente que sostiene la idea del matrimonio entre Jesús y María Magdalena, a pesar que esto no es afirmado en ningún momento en el propio documento.
El título del texto es moderno; su única conexión con Felipe el Apóstol es que este es mencionado (73,8). El título no se refiere a la autoría, al contrario que ocurre con los evangelios canónicos. De cualquier modo hay que notar que un Felipe el evangelista es mencionado en los Hechos de los Apóstoles (Hechos 21:8).
[...] Fuimos a ver a Felipe, el evangelista, uno de los siete y nos quedamos con él.
El evangelio de Felipe tiene contradicciones con los evangelios del nuevo testamento. De las contradicciones más importantes se aprecia lo siguiente:
Sugiere que María Magdalena era su "compañera", de lo que se deduce era su pareja sentimental, ya que la palabra "compañera" era usada en esos tiempos para designar a una novia.[cita requerida]
Tres (eran las que) caminaban continuamente con el Señor: su madre María, la hermana de ésta y Magdalena, a quien se designa como su compañera. María es, en efecto, su hermana, su madre y su compañera.
Sugiere que Jesús no resucitó de la muerte, sino que tuvo una "resurrección" anterior a su muerte:
Los que dicen que el Señor primero murió y resucitó, se engañan; pues primero resucitó y [luego] murió. Si uno no consigue primero la resurrección, <no> morirá; (tan verdad como que) Dios vive, éste [morirá].
Sugiere que María no concibió por obra del Espíritu Santo como dicta la tradición cristiana. El argumento que usa para ello es que Jesús muestra necesidad de especificar a Dios cuando se refiere a padre, pues si Dios fuera su padre no tendría necesidad de especificarlo.
Algunos dicen que María ha concebido por obra del Espíritu Santo: éstos se equivocan, no saben lo que dicen. ¿Cuándo jamás ha concebido de mujer una mujer? María es la virgen a quien ninguna Potencia ha manchado. Ella es un gran anatema para los judíos, que son los apóstoles y los apostólicos. Esta virgen que ninguna Potencia ha violado, [... mientras que] las Potencias se contaminaron. El Señor no [hubiera] dicho: «[Padre mío que estás en] los cielos», de no haber tenido [otro] padre; sino que habría dicho simplemente: «[Padre mío]».
Si bien es cierto que "compañera" en arameo significa "esposa", lo cierto es que este dicho evangelio está escrito en copto.
6. EVANGELIO DE LOS EGIPCIOS
Para poder capturar un poco el significado contenido en el Evangelio de los Egipcios, tenemos que recurrir al conocimiento gnóstico y profundizar en lo que son las Distintas Partes del Ser. El Real Ser es nuestro Padre que está en Secreto, la parte más recóndita y sublime del ser humano, una emanación misma de la Divinidad. Se le ha llamado el Anciano de los Días.
Es precisamente el desenvolvimiento y emanación del Real Ser Interior profundo lo que se encuentra descrito en el Evangelio de los Egipcios.
“El (Santo) libro (de los egipcios) acerca del gran e invisible Padre cuyo nombre no puede ser pronunciado, el cual vino de las alturas de luz de la luz de los (eones de luz), la luz de la providencia y el Padre del silencio, la luz de la palabra y de la verdad, la luz infinita luz, radiación de los eones de luz, del imposible de revelar, inmarcado, sin edad, imposible de proclamar Padre, el eón de los eones, el que se creó a sí mismo, auto engendrado, auto productor, ajeno, el realmente verdadero eón.”
La Palabra Eon (Aeón) es muy significativa puede interpretarse como periodo de tiempo, como seres divinos, como dimensiones de la naturaleza semejante a los sephirotes de la cábala, en estos textos gnósticos puede entenderse como una de estas cosas y en ocasiones como todo a la vez.
Es el Real Ser, nuestro Padre que está en Secreto, la primera emanación del Eterno Padre Cósmico Común, indivisible, eterno, cuyo nombre no puede ser mencionado, con justa razón los griegos le llamaron “El Agnostos Tehos” (El Dios Desconocido) o en Sánscrito “Sat” (Aquello) o en hebreo Aelohim, la Raíz de todo lo que es ha sido y será, pero sin raíz.
De ahí se desdobla la Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo, conocida en la India como Brama, Vishnú y Shiva, en hebreo como Keter, Chokmah y Binah y entre los mayas como Kakulha, Raxa Kakulha y Chipí Kakulha. Esta trinidad es muchas veces confundida con la que en este evangelio se menciona. Más claramente en la teogonía egipcia está magistralmente explicada como Osiris (Padre), Isis (La Madre Divina) y Horus (El hijo).
“Tres poderes vinieron de él; son el Padre, la Madre y el Hijo. Del silencio vivo que vino del Padre incorruptible. Éstos vinieron del silencio del Padre desconocido”.
Son pues dos triadas diferentes. Una es el Padre, Hijo y Espíritu santo, que en si forman a lo que se conoce en la mitología egipcia como Osiris, de Osiris se desdobla la Madre Divina (Isis) y de ellos dos viene el Hijo (Horus) que corresponde al Chesed hebreo o Atman de la India, es decir el Espíritu o Íntimo.
Pero, ¿para qué sirve saber todo esto?, porque solo así podremos conocer el camino de regreso, debemos recorrer el camino hacia donde salimos, y paso a paso deberemos ir conquistando a través del trabajo sobre si mismos, peldaño tras peldaño hasta llegar nuevamente al Padre que está en secreto. Somos los hijos ingratos, nos hemos alejado de la divinidad con nuestra violencia, corrupción, explotación, soberbia, asesinatos, violaciones, ingratitud, traiciones, mentiras, etc. y nos toca hacer el camino de regreso.
Así de Osiris (Cada ser humano tiene su propio Osiris) y de Isis (La Madre Divina Interior) Surgen 7 emanaciones más siendo la primera el Hijo (Horus) el íntimo. En el árbol de la vida son: Chesed (Intimo), Geburah (Alma divina), Tiphereth (alma humana), Netzach (La mente), Hod (El astral), Jesod (El eterico) y Malkuth (El físico).
Hermes Trismegisto dice que tal como es afuera es adentro, que tal como es arriba es abajo. No es extraño que en estos textos gnósticos se hable del fin de cada raza, pero a la vez se habla de la degeneración a que hemos llegado. En el del fin de cada Eon (en este caso identificado como tiempo), en en fin de lo que en la gnosis contemporánea llamamos Razas, se termina generalmente con cataclismos causados por nuestra mala forma de vivir. Nosotros la quinta raza que ha poblado este mundo, antes de nosotros fueron los atlantes quienes fueron destruidos en su degeneración por el Diluvio Universal.
Y el diluvio vino como un ejemplo para la consumación del eón. Pero será enviado al mundo a causa de esta raza. Una conflagración vendrá sobre la tierra. Y la gracia estará con aquellos que pertenezcan a la raza por los profetas y los guardianes que guardan la vida de la raza. A causa de esta raza sucederán las hambres y las plagas, pero estas cosas sucederán a causa de la raza grande e incorruptible. A causa de esta raza, vendrán las tentaciones, un grupo falso de falsos profetas.
Estamos en los mismos tiempos del fin de la Atlántida, nos hemos llenado de corrupción y maldad, y estamos avanzando a pasos agigantados a una auto destrucción, estamos alterando la naturaleza, el orden natural de las cosas. Con gran acierto de describe simbólicamente todo lo que vivimos en la actualidad, lo que hemos sembrado cosecharemos.
Se insiste en este texto sagrado que se requiere de regenerarse, de reivindicarnos, de salir de las tinieblas a la luz.
La gran mayoría de estos personajes explicados en el Evangelio de los Egipcios se encuentran realmente dentro de nosotros, el Salvador es el Cristo Interno de cada ser humano.
Si bien es una fuerza cósmica, y existe un Maestro que lo representó hace dos mil años, no es exagero afirmar que cada ser humano tenemos un Cristo Interno, esta es una parte de nuestro propio ser, una emanación del Anciano de los días, un desdoblamiento que tiene la misión de auxiliarnos en ese camino que deberemos recorrer para cumplir nuestra misión en la Tierra.
7. EL APOCALIPSIS DE ELIAS SOBRE EL ANTICRISTO
Pasará en esos días que dará la paz a los santos diciendo: "El nombre de Dios es Uno". Honrará a los santos y exaltará la ciudad santa. Dará regalos inútiles a la casa de Dios; desde las ciudades de Egipto merodeará, astutamente, sin que lo sepan; contará los santos lugares, pesará los ídolos de las gentes, contará sus riquezas y designará los sacerdotes.
Ordenará que los sabios de la tierra y los grandes de los pueblos sean apresados y llevados a la metrópoli por mar, diciendo: "¡No hay sino una lengua!" Y cuando escuchéis: "¡Hay Paz y Alegría!" Si escucháis que la seguridad está en Jerusalén, entonces ¡rasgad las vestiduras! vosotros sacerdotes de la tierra, porque la llegada del Hijo de la Perdición no demorará. Dirán: "Este es un rey justo que el Señor nos envió. Durante tres años y seis meses.
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